sábado, 17 de noviembre de 2012

NO SOLO HAMBURGUESAS




Restaurante: Gumbo
Web: http://www.gumbo.es/
Dirección: C/Pez 15, Madrid

Gumbo, pastelitos de cangrejo, jambalaya, sopa de almejas de Nueva Inglaterra, pan de maíz  hushpuppies, pastel de lima, tacos de pescado, sandwich reuben, whoopie pies, banana foster, beignets....todos estos platos que a la mayoría os resultarán desconocidos son parte de la rica y amplia gastronomía de los Estados Unidos y si digo, rica y amplia. Es una pena que la mala prensa de las hamburguesas y los perritos hayan eclipsado una gastronomía, que a mi parecer, está todavía por descubrir,  al menos en nuestro país, y aquí asomando la cabecita, aunque ya desde hace algunos años, está el restaurante Gumbo, abierto por el chef Matthew Scott y donde podemos degustar algunos de los platos de la cocina de su ciudad, Nueva Orleans.

Decoración: muy sencilla, pero agradable.
Servicio: correcto y atento, tuvieron el detalle de invitarnos al aperitivo que nos tomamos.
Qué comimos: alitas al bourbon, lomo de buey bronceado, cerdo desmenuzado a la barbacoa con pan de maíz, tarta de mantequilla de cacahuete.
Crítica: para abrir boca empezamos con un spritz, un aperitivo italiano (Aperol, prosseco y agua con gas) que descubrimos en un viaje a Italia y que incluso hacemos algunas veces en casa cuando encontramos Aperol. Hay que decir que deben mejorarlo: o bien no utilizaron agua con gas o prosecco, o no pusieron las proporciones adecuadas pero era como beberte una cocacola sin gas. Menos mal que luego todo mejoró. Para empezar las alitas al bourbon: acuerdo unánime: las mejores alitas que hemos probado nunca, además del bourbon, uno de los aciertos de estas alitas es el sésam, el sabor del pollo no se veía encubierto por la salsa de bourbon...sólo por las alitas volvería la pena volver.
El lomo de buey bronceado, es por lo que he podido averiguar, una técnica para cocinar la carne o el pescado marinados con especias cajún a muy alta temperatura que crea una especie de "corteza" y parece como si la carne o el pescado se hubiesen quemado. Al parecer es una técnica creada en los años 80 por el chef Paul Praudhome. El sabor es sin duda curioso,  la carne estaba perfectamente cocinada y el marinado estaba muy bueno, aunque algo fuerte, haciendo que los últimos bocados resultasen algo pesados...aun así, merece la pena probarlo. Pero para curioso de verdad, la barbacoa. Creo que el nombre del plato era Barbacoa sureña o estilo Nueva Orleans, no recuerdo bien, lo que sí recuerdo es que no decía nada de cerdo desmenuzado. Esperábamos el típico plato con trozos de cerdo asados a fuego lento en la parrilla. Lo que trajeron fue ese mismo cerdo ya deshuesado y desmenuzado cocinado en una salsa inequívocamente cajún. Confieso que el aspecto, más parecido al relleno de una enchilada , no me sedujo en absoluto, pero al probarlo cambié de opinión  Su textura era suave, su sabor, ahumado y especiado sin abrumar, dejando protagonismo al característico sabor del cerdo. Al  plato lo acompañaban unas rebanadas de pan de maíz cuyo sabor no termina de convencerme, me recuerda  al aroma del jabón de marsella.
   Recuerdo que  en  las películas y series americanas  de los 80´s y 90´s siempre había una escena en la que alguien preparaba una sandwich de mantequilla de cacahuete. Pedí el postre pensando eso. Tarta de mantequilla de cacahuete. Dulce, cremosa, densa como un agujero negro. En fin algo espectacular.

Propuesta: si os gusta vuestra visita al restaurante Gumbo y os sentís interesados por la comida de Nueva Orleans os aconsejamos una serie que nos ha permitido conocer un poquito más la comida de esta ciudad: Treme. Esta serie nos cuenta la vida de varios personajes de Nueva Orlenas unos meses después de la tragedia del Katrina (Treme es uno de los barrios más populares). Creo que los creadores de Treme han pretendido hacer de esta serie una "guía turística de Nueva Orleans" oculta, los personajes te enseñan la música, la cultura, las tradiciones y `por supuesto la gastronomía de Nueva Orleans, que ocupa un lugar privilegiado en la Treme: uno de los personajes es una chef e incluso hay cameos de chefs tan conocidos como Eric Rippert, Tom Colichio o Willie Dufresne.
Food&Culture: cada plato de la gastronomía de Nueva Orleans es un reflejo de la historia de esta ciudad: los beignets, parecidos a los buñuelos, son herencia de los primeros colonos franceses que se instalaron en Nueva Orleans, las King Cakes, que se venden desde el día de reyes hasta el miércoles de ceniza, son, sin duda, reflejo de los roscones españoles, aunque se han encargado de darle ese toque propio de Nueva Orleans. El sandwich muffuletta nos habla de los inmigrantes italianos y el tradicional Rice and beans de los esclavos africanos que llevaron los primeros colonos...con tanta variedad no es de extrañar que esta cocina sea una de las más valoradas en Estados Unidos. 

martes, 16 de octubre de 2012

COMER EN UN CUENTO DE HADAS: TALMONT SUR GIRONDE

Restaurante: Le promontoire
Dirección: Rue de La Ancien Chateau, Talmon Sur Gironde, Francia

La primera vez que un español afronta unas vacaciones en Francia, supongo que tendrá las mismas reticencias que teníamos nosotros la primera vez que fuimos hace ya unos 7 años: que si la comida va a ser muy cara, que si los franceses se creen superiores, que si ya se ha visto París no hay nada más que ver....cuan equivocados  estábamos (y que estáis los que todavía no os habéis animado). El primer año nos cautivó, al siguiente repetimos y nos enamoró, volvimos a repetir y confirmó lo que ya sabíamos: Francia es hermosa, la comida es espectacular y nada cara, y los franceses son amables, personas que realmente aman sus pueblos, ciudades, su cultura y su comida. Después de 3 años sin ir ya lo echábamos de menos así que esta será la primera vez que podamos daros unas pequeñas crónicas de algunos de los restaurantes que hemos podido visitar en este viaje.

Talmont Sur Gironde
Empezaremos en un pequeño pueblo: Talmont Sur Gironde...y qué pueblo, aunque hemos visto decenas de pueblos preciosos en Francia, te siguen sorprendiendo, con sólo 83 habitantes, hay comercios muy cuidados, artesanos y unas hermosas vistas del estuario del Gironde

Decoración: decoración rústica pero elegante, ambiente acogedor.
Servicio: relajado, como en la mayoría de restaurantes franceses.

Qué comimos: 8 ostras fines de claire, assiette de coquillages farcis (mejillones y almejas con una salsa de ajo y perejil), entrecot con salsa medicis y codornices asadas al Pineau de Charentes, crepes suzettes y baba au rhum.
Crítica Holmes: las ostras de claire son unas ostras de tipo cóncava que se dan en la zona de la Marenne y que han madurado durante 1-2 meses en los llamados "claires" que por lo que he leido son estanques cavados en la arcilla. Eran ostras algo saladas, y muy gelatinosas, muy sabrosas, las servían con una vinagreta deliciosa. Y no,...comer ostras en Francia no es un lujo, estas venían en un menú de 27 euros, pero las puedes encontrar en menús más baratos o en medias docenas por unos 6-8 euros.
Las deliciosas codornices
Las codornices no suelen ser un plato muy común en las cartas españolas, así que me gustó verlas en un menú y tener la oportunidad de comerlas asadas, con una salsa de Pineau de Charentes, que es un licor obtenido de la mezcla del mosto y de aguardiente de coñac que se suele beber en el aperitivo o postre. El plato fue toda una sorpresa, con muchos matices a romero, vino, pimienta incluso lavanda, supongo que todos ellos creados por la salsa de este licor. Además las codornices estaban muy bien cocinadas y la carne estaba muy tierna. Y llegó el postre, y soy poco de postre pero si veo unos crepes suzette, por muy llena que esté no puedo decir que no. Los crepes, correctos, sin ser los mejores suzette que he comido (en esto se lleva el mérito mi hermano) estaban buenos...y es que como dicen los americanos con el bacon, si le pones Grand Marnier, lo mejora todo...
Coquillages farcis
   Crítica G. Acephale: Mi plato de "coquillages farcis" literalmente "conchas rellenas" consistía en mejillones y almejas sobre los que se coloca una nuez de mantequilla a la provenzal (con ajo y perejil) y se hornea durante unos minutos. El resultado recuerda en parte a los caracoles a la bourguignon, plato típico de Francia, aunque por supuesto sin los matices terrosos que lo hacen tan especial. Era un plato sencillo transformado en un manjar por el entorno . Es lo que tiene Francia, que cualquier cosa que colocas entre sus fronteras mejora. Hasta yo me veía mas guapo.
   El entrecot con salsa medici que vino después, que quieren que les diga, sencillamente exquisito. El punto de la carne perfecto y la salsa que lo cubría, de nombre tan sugerente, deliciosa, el resultado era magnifico. He buscado en internet información sobre esta salsa y no he encontrado nada (excepto una salsa para la pasta que no parecía la que tomé). Solo se me ocurre una explicación y es que fuera  creacion del chef del restaurante.  En cualquier caso y a efectos culinarios debería constar entre las salsas más adecuadas para acompañar una buena carne.
Baba au rhum
   Raras veces perdono el postre y recuerdo que en esta ocasión estuve a punto de hacerlo. Hubiera cometido uno de los mayores errores en lo que a estas dulces lides se refiere. Junto a l´estuaire de la Gironde y rodeado  de "roses de outremer"  un postre con el  nombre de Baba au Ron a la fuerza tenia que hacer volar la imaginación rumbo a  los mares del sur. Y así fue. Un navío en forma de ligero bizcocho flotaba sobre un dulce mar de ron y almíbar del que sobresalían a modo de traviesos delfines  unas  deliciosas cerezas.
Precio: 69 euros
Propuesta: qué mejor propuesta para este restaurante que la de visitar el pequeño y precioso pueblo de Talmont sur Giroronde, calificado como uno de los pueblos más bonitos de Francia, Talmont ofrece  unas preciosas vistas del estuario del Garona, unas calles tranquilas pero animadas a la vez, con artesanos de todo tipo, varios restaurantes, una bonita iglesia del siglo XII y algo de historia....y rosas muchas rosas, del tipo que en Francia llaman "Rose Outremer". Podeís visitar la página oficial del pueblo: http://www.talmont-sur-gironde.fr/
Food&culture:  la fotografía de alimentos es algo que está muy de moda, existen blogs de cocina donde cuidan sus fotografías al máximo detalle. A mi en particular me gusta las fotografías de alimentos, me parece algo hermoso de observar, pero no debemos olvidar que esto viene sin duda de la tradición de los bodegones. Y para hacer un homenaje a las ostras de Talmont sur Gironde, os dejo alguna de las pinturas con ostras, de pintores franceses, y es que las ostras, no son sólo buenas para comer, si no también preciosas para pintar y observar
Naturalez muerta con ostras-Matisse
Ostras-Manet
Bodegón con ostras-Gauguin

lunes, 15 de octubre de 2012

CASSOULET

Restaurante: La Cave au Cassoulet
Dirección:  Rue Peyroliere, 54, Toulouse

Rick Stein, es uno de los cocineros más famosos de Gran Bretaña, especialista en pescado, famoso incluso antes que Ramsey, Jamie Oliver o Nigella Lawson, le  conocimos a través de unos programas que se emitían, en el Canal Viajar  hace unos años. Creo que el primero que vimos fue Mediterranean Escapes donde el chef viajaba por países como Italia, España, Marruecos... descubriendo platos, sobre todo de pescado. El segundo programa, fue el que más nos enganchó "The French Odissey", donde el chef viajaba a través del canal du Midi, y a su llegada a Castelnaudary, nos descubrió ¡la cassoulet!     maravilloso guiso, tradicional de la zona del Languedoc, hecho con judias, patos, salchichas...nuestra primea Cassoulet fue en la maravillosa Carcassone, y después vinieron algunas más. La última, en una de las capitales de la cassoluet : Toulouse. Os dejo el video:
http://www.youtube.com/watch?v=hui0cfTGibM

La cassoulet de "La cave au cassoulet"
Qué comimos: Cassoulet, vino  de la casa
Decoración: situado en una cava, sencilla, no hay pretensión de hacer nada elegante, saben que lo tienen todo vendido con su cassoulet y no se preocupan de más ( ni falta que les hace)
Crítica: nos encanta la cassoulet y hacía ya 3 años que no comíamos una (en Moissac, excelente), sabíamos que en este viaje íbamos a parar en Toulouse, queríamos ver la ciudad rosa, descubrir sus iglesias pero por encima de todo ¡¡ lo que queríamos era comernos la Cassoulet!!
La cassoulet de Moissac con chapelure
Cuando llegamos al hotel (por cierto, muy recomedable si alguna vez vais a Toulouse, Hotel St Claire (http://www.stclairehotel.fr/ ) el amable recepcionista nos bombardeo con un montón de información acerca del hotel y la ciudad y cuando finalizó preguntó ¿algo que queráis saber? por supuesto: ou podrrai manger la melieur cassoulet a Touluse? dijimos en nuestro pobre e incorrecto francés, aunque nos salió de carrerilla ya que llevábamos 10 días ensayando la pregunta en nuestras mentes. Nos señaló en el mapa 2 o 3 puntos, pero nos recomendó  La cave au cassoulet, por lo que nos decidimos por esta, después de un agradable paseo por la ciudad. Una de las diferencias que notamos en esta cassoulet es que no tenía "chapelure", una costra de pan rallado que tenían las otras cassoulets que habíamos probado, al parecer las cassoulets de castelnaudry y Toulouse no suelen llevarlas, y las de Carcassone sí (estas 3 ciudades son lo que se conocen como la Trinidad de la Cassoulet en Francia), os pongo una foto de la de Moissac, aunque no sea de buena calidad para que las comparéis . Pero con o sin chapelure, comimos un excelente guiso...las combinación de las judías,  el magret y  la salchicha de Toulouse es gloria para el paladar, si os gustan los guisos, sin duda se convertirá en uno de nuestros favoritos  Nosotros mientras, guardamos para una ocasión especial una cassoulet, comprada en el maravilloso mercado de Toulouse.

Propuesta: El mercado de Toulouse es uno de los de mejor fama de Francia, un mercado de los de toda la vida, con excelentes productos que nos entusiasmó. Aquí en Madrid, todavía se conservan grandes mercados, como los de Chamartín o el de la Paz, aunque también tenemos versiones más modernas como el de San Miguel o San Antón ¿por qué no pasar una mañana de sábado visitando alguno de ellos? seguro que encontraréis productos de excelente calidad...pero sobre todo encontrareis ese ambiente y bullicio que no encontraremos en el Mercadona (y no tengo nada en contra del Mercadona)

Food&Culture: uno de los libros de cocina más interesantes que he leído es La Cocina Judia, de Claudia Roden. La autora no sólo ha recopilado una variedad de recetas del mundo judío (la investigación y selección tuvo que ser enorme debido a la diáspora judía) , si no que indaga en los orígenes de las recetas, nos encuadra los platos dentro de la religión, cuenta anécdotas... Uno de los platos de los que la autora reclama su origen judío, es precisamente la cassoulet, que podría derivar del cholent, un guiso, que se suele tomar durante el Sabbath. Los ingredientes pueden variar, pero normalmente  lleva judías,  carne, cebada, cebolla...según la tradición este guiso se ideó para respetar la ley que prohíbe cocinar durante el Sabbath, ya que este se podía dejar cocinando desde el viernes hasta el día siguiente sin tocarlo (las leyes judías sobre los alimentos, son apasionantes así que espero tratar este tema en otra entrada). Y como dato curioso, nuestro cocido podría tener también orígenes judíos en la "adafina", un plato compuesto por garbanzos, pollo, huevos, patatas.... Este guiso se "cristianizó" incluyendo la carne de cerdo, en la versión que conocemos actualmente. Como triste anécdota contaros que, al parecer, este plato se menciona en ciertos procesos de la inquisición, como manera de descubrir a los judíos, incluso como "castigo" o para que demostrasen que realmente se habían convertido, les hacían comer la adafina con carne de cerdo.


jueves, 26 de julio de 2012

Cocina de mercado en Barcelona

Restaurante: Cuines Santa Caterina
Web: www.cuinessantacaterina.com
Dirección: Mercado de Santa Caterina, Avda Frances Cambó 16, Barcelona

En un viaje relámpago a Barcelona tuvimos ocasión de ir a uno de los restaurantes del famoso grupo Tragaluz (dueños del concurrido, y pijo, pijísmo Bar Tomate en Madrid). Nos llamó la atención su ubicación, en uno de los mercados del centro de la ciudad, enorme, con mucho ambiente (mucho más relajado y menos pretencioso que el del Tomate) y su oferta culinaria, variada y a buen precio.

Decoración: lo primero que llama la atención es su gran espacio, tiene una moderna y bonita barra, donde se puede comer además de beber. En el comedor, grandes mesas de madera, donde compartir tu comida con amigos o completos desconocidos con árboles en el pasillo y con grandes estanterías llenas de latas, plantitas ...(Ikea meets Verdecora, que dirían los ingleses)
Servicio: sistema de comidas algo complicado y lioso, depende de donde te sientes te pueden servir una comida u otra, no sabes muy bien a quien pedir....aunque eso sí, todo el personal muy amable.
Qué comimos: chipirones, rodaballo a la plancha con arroz salvaje, gambas y trigueros, lomo de cerdo asado con chutney de mango.
Los chipirones de Cuina Santa Caterina
Rodaballo con arroz salvaje, gambas y  trigueros
Crítica: de entradas pedimos unos frescos, deliciosos y crujientes chipirones....buenísimos. Entre los diferentes platos que ofrece la cocina de mercado de este restaurante, siempre hay unos 2 o 3 platos del día bastante completos, yo me decidí por el rape al horno con arroz salvaje, gambas y espárragos, estábamos en Barcelona y me apetecía sabor a mar. Sin duda un gran plato, ingredientes frescos, de primera, con sabores deliciosos y originales, una mezcla a mar y tierra, que aportaba el arroz. Sin embargo, el plato iba perdiendo interés a medida que lo comía, perdía matices y se hacía algo seco y pesado, pero no dejó de ser un plato excelente. Quizá yo buscaba un sabor a mar que no encontré aquí y fue lo que me decepcionó. Por el contrario, el lomo de cerdo me supo buenísimo de principio a fin. Esta claro que no esperaba encontrar sabor a mar en este plato pero si el buen hacer de la comida catalana. Será por la fertilidad de la tierra, por la exuberante vegetación, por la belleza del Mediterráneo o quizá por la cercanía a Francia pero la cocina en esta tierra alcanza unos resultados notables tanto si se trata de un menú turista o de una degustación de alguno de sus afamados chefs. El lomo de cerdo no tiene mayor secreto, casi siempre responde a una misma descripción: seco e insípido. Solo la salsa con la que lo cubren remedia un poco plato. No voy a decir que en este plato el lomo de cerdo se comportara de manera  diferente y que su textura fuera la de la mantequilla y su sabor el de un buen chuletón, pero sí que tenía algo que lo hacia atractivo al paladar. La mezcla con el chutney aportaba el grado de sorpresa justo sin quitarle sentido al plato que es lo que suele ocurrir cuando se emplean este tipo de salsas y que con su insistente presencia  terminan por arruinar el plato. En resumen, delicioso y equilibrado. No seria justo que terminara sin mencionar el pan. Pocas veces, y todas ellas en Francia, me han servido un surtido de panes como el que me pusieron allí. Tres o cuatro tipos, crujientes y de miga ligera. Un verdadero placer para los amantes del  pan. Y gratis, aunque puede ser que se olvidaran de cobrarlo, no lo se.
Precio: 38 euros (incluidas bebidas)
Propuesta: los mercados en Barcelona son toda una institución, esta ciudad ha sabido mantener los mercados antiguos del centro de la ciudad, que ahora poco a poco se están recuperando en Madrid (aunque a costa de los elevados precios, eso sí) así que por qué no visitar este antiguo mercado, menos conocido que el de la Boqueria pero quizá menos concurrido por los turistas, lo que podrá hacer más agradable la visita. El mercado fue inagurado en 1848 y recientemente ha sufrido obras de remodelación, con una arquitectura más moderna. Tenéis más detalles en su web  http://www.mercatsantacaterina.net/

Food& Culture: el chutney, es un producto que cada vez se va introduciendo más en los restaurantes españoles y que los ingleses llevan utilizando mucho tiempo, aunque no es un producto inglés si no indio, que como muchos otros productos de la India se introdujeron en las islas británicas a raíz del periodo colonial. Para los que no lo cononzcais, el chutney es un alimento en conserva, hecho de (normalmente) frutas trituradas y especias, de sabor agridulce, y que suele acompañar a carnes. El motivo por el que se hizo tan popular en Inglaterra, no es sólo por su sabor, si no por un sentido práctico. Los barcos que hacían los largos viajes a la India necesitaban proveerse de alimentos que aguantaran el  largo trayecto y el chutney era perfecto. Hoy en día los más populares son los de mango, tomate, ciruelas, que suelen ser un buen acompañante para un buen asado.

domingo, 24 de junio de 2012

De menú por Madrid

Restaurante: Cornucopia
Webhttp://www.restaurantecornucopia.com/
Dirección: C/Navas de Tolosa 9, Madrid

En un bonito día por Madrid, paseando por el centro, decidimos quedarnos a comer por algún restaurante de la zona. Casi todos los restaurantes ofrecían menús tradicionales hasta que encontramos "Cornucopia" un restaurante que ofrecía un menú y una decoración fuera de la tónica general de esa zona. También nos convenció su precio económico: 11,90 euros

Decoración: una decoración original, elegante pero informal, con paredes rojas, de las que cuelgan  cuadros, casi todos ellos destacan por tener colores muy vibrantes.
Servicio: correcto, aunque sin ser tampoco muy amables.
Qué comimos: ajoblanco, rissoto con salmón y trigueros, pollo con salsa a la naranja, wok de tallarines con verduras de temporada..
Crítica: yo me decidí por el ajoblanco y el wok que ofrecían, aunque tengo que ir adelantando que ninguna de las dos elecciones fueron acertadas. No he tenido la ocasión de probar el ajoblanco en muchas ocasiones, así que cuando lo vi en la carta me lancé. La primera cucharada no anunciaba nada bueno: demasiado vinagre, una pena porque la textura era buena, la almendra se dejaba percibir tímidamente, y las uvas eran algo insulsas, creo que eran de bote, así que no aportaban mucho.
El segundo plato, el wok, tampoco fue acertado, no sé si era por la soja o por cómo habían cocinado las verduras que apenas podía distinguir las diferentes variedades de vegetales que componían el plato, no estaba malo, en absoluto, pero de nuevo me pareció que destacaba un sabor  agrio y salado.
   En general, la gente no espera gran cosa de un menú de sábado a este precio. La coletilla "qué esperas por este precio" es solo una verdad a medias. En nuestro caso fue así literalmente porque la otra mitad de la comida, es decir, lo que yo pedí estaba muy bien. Es cierto que  elaborar un menú de 11,90 euros rentable supone  renunciar a ciertos productos lo cual no significa que la técnica culinaria se resienta. El primer plato, un risotto con salmón y esparragos trigueros, ilustra a la perfección esto que digo. Sin ser productos caros requieren de un buen hacer por parte del cocinero. Y así fue, el arroz estaba en su punto , al dente y cremoso, lo cual ya es un triunfo en un risotto de menú con todo lo que ello significa en términos de  rapidez de ejecución. El segundo plato, pollo con salsa a la naranja no merecería mayor atención sino fuera porque estaba... EXQUISITO. Las cosas con salsa en los menús económicos  son un estupendo reclamo pues hacen mas atractivos los platos. Sin embargo rara vez funcionan acompañen a lo que acompañen. Es más, seria de desear que las salsas vinieran en recipientes a parte y que fuera el comensal el que tomara la decisión de empapar la comida con  ella. Ya se que esto le quita todo el sentido a los platos pero le devuelve el significado a las preposiciones "en" y "con". En mi caso, el pollo estaba cocinado "en" la salsa de naranja esto aumenta la dificultad pues el cocinero debe controlar todos los ingredientes a lo largo de todo el proceso. Para no extenderme mas, diré que el resultado estaba a la altura de platos que he probado en restaurantes mucho mas caros destacando el puntillo amargo de la salsa y la textura suave de la carne. Terminé la comida con un trozo de tarta de zanahoria que la palabra "pelmazo" define acertadamente.
   Para terminar tengo que referirme a algo que veo se esta extendiendo por la hostelería como  la peste. Se trata de la graduación del ácido (CO) necesario  para "tirar" la  cerveza. Cada vez mas advierto como  bares y restaurantes trabajan con el ácido demasiado alto. Esto hace que  la cerveza salga  con mucha presión. Consecuencias: líquido imbebible, dolor de cabeza por saturación de CO, gas que sale por la nariz, sabor metálico, igual daría que bebieramos agua oxigenada.
Así que Cornucopia nos dio una de cal y otra de arena, sé que por el precio del menú no puedes pedir grandes platos y no todo fue malo, así que quizá algún día de estos le demos otra oportunidad
Propuesta: cuando vamos por esta zona nos gusta darnos una vuelta por la Casa del Libro y Fnac para curiosear. A veces encontramos algunas ofertas que nos hacen picar. Así que si te decides por el Cornucopia que mejor manera de acabar el día que comprando un buen libro.
Food&Culture: dos de las sopas más refrescantes y tradicionales en los veranos españoles son el ajoblanco y el gazpacho. Estos dos platos comparten un ingrediente, el vinagre, sé que hay mucha gente que le encanta añadirlo en gran cantidad pero yo prefiero un ligero toque porque si no puede matar el resto de sabores. ¿Por qué se añade este ingrediente? por su poder refrescante, de hecho los romanos ya conocían esta cualidad, y tenían una bebida, la posca, que se hacía a base de vinagre rebajado con agua y que los soldados romanos usaban para refrescarse...no suena muy apetecible ¿verdad?

viernes, 8 de junio de 2012

CENAR EN EVORA

Restaurante: Maria Luisa 
Webhttp://www.facebook.com/pages/Maria-Lu%C3%ADsa-Restaurante/286030278108333
Dirección: Plaza 1º Maio, Evora 


Dando un paseo por Evora, nos llamó la atención este restaurante que era algo más moderno de los que habíamos visto en  la ciudad, mientras mirábamos la carta, el chef del restaurante estaba fuera y muy amablemente nos explicó lo que teníamos en la carta, así que decidimos que ese restaurante iba a ser el elegido para nuestra última noche en Evora.
Decoración: moderna, casi todo en blanco, con objetos de artesanía en exposición, con la cocina expuesta al público, algo frío, creo que es un espacio mal aprovechado.
Servicio:  el camarero que nos atendió además de amable, fue muy atento y se preocupó en todo momento por nuestra comida.
Qué comimos: almejas con salsa española, bistec con salsa al oporto, lomo de bacalao al horno, postre de moka. Vino E.A Cartuxa.
Crítica: el restaurante Maria Luisa, además de ofrecer comida típica alentejana tiene alguno otros platos que, aunque siempre inspirados en los productos portugueses, se salen un poco de lo que hay en los restaurantes alentejanos más tradicionales. Decidimos probar las almejas con salsa española, fuera de carta, ya que nuestro camarero insistió en que estaban deliciosas, no soy yo mucho de pedir fuera de carta pero nos apetecían así que decidimos que iban a ser nuestro entrante, y menos mal que las pedimos, porque hacía bastante que no probaba unas almejas de esa calidad, con bastante carne y mucho sabor a mar...la calidad del producto era evidente. La salsa, buena, sin llegar a excelente pero tenía algunos toques a hierbas que le daban un sabor realmente agradable.
Yo me decidí por el bistec a la salsa de Oporto, no muy original, pero es lo que me pedía el cuerpo; de nuevo la calidad que ofrecía el restaurante en la materia prima era excelente. Cuando te sirven la carne con este tipo de salsas, la carne deja un poco que desear, pero en este caso, la carne estaba poco hecha, como a mi me gusta, el grosor era el justo y el sabor muy bueno, de nuevo la salsa correcta, pero al filete le acompañaban unas patatas fritas (en rodajas) que estaban para chuparse los dedos.
   Sorprende la fuerza con la que se instalan los tópicos hasta el punto de que llegan a anular tu voluntad. Es cierto que me gusta el bacalao, pero es que cuando estoy en Portugal casi no pruebo otra cosa. Es una obsesión. Así que ni aunque tuvieran fuera de carta las mejores creaciones de los chef mas reputados me hubieran convencido de pedir algo que no fuera bacalao. Como así fue. Los lomos de bacalao al horno estaban sencillamente exquisitos. Prietos y jugosos, de tal forma que cuando los desmenuzas es como si se desplegara una baraja de cartas. La patatas baby de guarnición, mejorables. Es posible que para los portugueses el sentido de "al dente" en las patatas difiera del nuestro porque las encuentro, en general, algo mas duras de lo que me gustaria. Por lo demás, todo perfecto.

Gracias a nuestro camarero, supimos que el vino que probamos E.A Cartuxa, se hace en una antigua cartuja jesuita en la que ya se hacía vino en el siglo XVIII. Es un vino con denominación de origen Ribera del Tajo (Ribatejo) elaborado con syrah y touriga nacional.

Precio: 54,3 euros

Evora
PROPUESTA: Evora, es una ciudad encantadora, tranquila, como la mayoría de las ciudades portuguesas, y con mucha vida. En Evora puedes retroceder a la época romana visitando: el templo de Diana: espléndido.  Puedes perderte por sus entrañables callejuelas, o tomar un café en su Plaza del Giraldo. Para los morbosos: La Capela dos Ossos, una capilla hecha en su totalidad de huesos humanos. Y a unos pocos kilómetros de la ciudad tienes la construcción megalítica mejor conservada de la Península Ibérica: el Cromeleque dos Almendres.

Cromeleque dos Alemendres
FOOD&CULTURE: El cromeleque dos Almendres data de entre 3000 y 4000 ac. Siempre ha habido estudios sobre la alimentación de nuestros ancestros, pasando del austrolopitecus a los neandertales o los cromagnones (nuestros antepasados más directos) ya que saber qué comían estos hombres es esencial para estudiar nuestro desarrollo. Pero hay estudiosos que llegan más allá ¿sabéis que hay incluso libros sobre la cocina prehistórica? El más conocido de ellos es el escrito por Jacqui Wood Prehistoric Cooking. Wood explora los alimentos que se consumían en esas época, qué métodos utilizaban para cocinar, los  utensilios que usaban... desde la edad de hielo hasta la edad de hierro. Un libro curioso para los que os apasione la comida.

lunes, 21 de mayo de 2012

MÁS LISBOA

Restaurant: Tasca da Se
Dirección: Rua Augusto Rosa 62

En el barrio de la Alfama, enfrente de la catedral, se encuentra este pequeño restaurante que puede ser una buena opción para los que se encuentren paseando por este barrio lisboeta.

Decoración: es un restaurante pequeñísimo, con mesas muy juntas. Cuidado, decoración tradicional.
Servicio: eficaz y correcto.
Qué comimos: langostinos al ajillo, sardinas a la plancha, Bacalao al Minhota.
Crítica: las gambas al ajillo es uno de esos platos que, aunque sencillos, cuesta encontrar uno que sea de los buenos, estas gambas al ajillo podrían estar dentro de las buenas pero no de las muy buenas. Si bien los langostinos eran de excelente calidad, el sabor no llegó a convencernos del todo, aunque era un sabor agradable y bastante suave, pero no llegaron a ese uhmmmmmmm.
  Normalmente sólo comemos sardinas cuando vamos a Málaga, y cuando vamos, comemos sardinas durante los 3 o 4 días que estamos allí, porque son, simplemente, deliciosas (¡¡gracias José & Merche por enseñarnos este placer que nos ofrece la vida!!). Así que cuando vi que había sardinas en Tasca de Se me dije ¿por qué no? ¿sardinas lisboetas vs sardinas malagueñas? Aunque para mi siempre saldrán ganando las sardinas de Torre del Mar, estas no desmerecían para nada. Su sabor era excelente, pero si hubieran estado algo más jugositas hubieran estado de 10.
El Bacalao a Minhota es un plato típico del norte  de Portugal, supongo que de la zona por la que discurre el  río Miño. El bacalao se fríe en aceite, se le echa un poco de pimentón y se coloca sobre rodajas de patatas fritas en el aceite del bacalao y se corona con cebolla cortada en juliana. Es un plato sencillo pero que encierra, como muchos otros que probamos en el Alentejo, una riqueza de sabores rotundos y convincentes. Puede resultar algo pesado y por lo tanto no muy apropiado si lo que se tiene planeado después en la subida al castillo. Desconozco si un chupito de ginjinha, licor elaborado con cerezas,  ayudará a hacer la digestión pero no creo que la perjudique así que vosotros mismos.

Precio: 36 euros

PROPUESTA: qué mejor propuesta que la de visitar el barrio de la Alfama. El nombre de este barrio es de origen árabe (Al Hamma). Los árabes se establecieron aquí por las características geológicas del lugar que les servía de fortaleza. Luego pasó a ser un barrio de aristócratas y poderosos para pasar luego a ser un barrio de gente humilde, especialmente de pescadores. Al parecer, después de la revolución de los claveles, el barrio se fue degradando hasta un punto en el que el gobierno tuvo que tomar medidas. Hoy en día se ha convertido en un barrio moderno y en uno de los más seguros de la capital portuguesa. Para obtener una buena perspectiva del trazado y las calles de este encantador barrio, os recomendamos que vayáis al mirador de Portas do Sol o de Santa Luzia.

FOOD & CULTURE: después de varias entradas sobre Portugal no podemos pasar por alto en este apartado, al bacalao. Fueron los vascos los que introdujeron este pescado a la Península Ibérica pero fueron los portugueses los que perfeccionaron el modo de conservación en salazón. Esto hizo más llevaderos los viajes por mar en la época de los grandes navegantes portugueses (no olvidemos que el bacalao es un pescado lleno de propiedades, muy rico en nutrientes y vitaminas). Así que desde el siglo XV hasta la actualidad los portugueses han ido perfeccionando la preparación de este manjar y hoy en día los más exagerados dicen que hay 1000 recetas para prepararlo y los más moderados se quedan en torno a las 500 ¿cuantas os sabéis vosotros? 

domingo, 20 de mayo de 2012

TINTIN, AUDREY Y MOULES FRITES

Restaurante: Le Atelier Belge
Web: http://www.atelierbelge.es/
Dirección: C/ Martín de los Heros 36, Madrid


Hace unos años visitamos Bélgica, y no recuerdo tener unos momentos culinarios muy sorprendentes, excepto cuando comimos moules frites. Evoco especialmente los del restaurante Chez Leon en Bruselas. Por todo lo demás no recuerdo que la comida fuese especialmente buena...... Sin embargo, creo que debo volver para probar de nuevo, porque si en Bélgica dan una comida como la del Atelier Belge ¡habrá que intentarlo de nuevo!

Decoración: a lo "bistrot" francés, en el Atelier Belge estás rodeado de personajes belgas famosos, Tintin, Audrey Hepburn, George Simenon y su comisario Maigret...(ahora que lo pienso no recuerdo ninguna foto de Poirot uno de los belgas literarios más famosos...) en un ambiente realmente acogedor e íntimo.

Servicio: muy correcto y atento, de las dos veces que hemos ido, la primera fue quizá donde mejor nos atendieron, ya que la camarera nos aconsejó bastante sobre las cervezas que deberíamos tomar, con bastante acierto todo hay que decir.

Qué comimos: moules frites, rillete de mans, raya con mantequilla negra y puré de patatas, codillo de cerdo confitado a la Kriek, helado de Speculoos, bizcocho de cafe, nieve de chocolate blanco y crema inglesa de caramelo, tarta de manzana. Cervezas varias.

Crítica:  Antes de sentarnos lo teníamos ya claro: unos moules frites de primero. Para nosotros, este plato es especial, cada vez que pensamos en moules frites, rememoramos viajes maravillosos y momentos muy graciosos que alguna vez espero poder contar. Así que siempre esperamos mucho de este plato. En Francia o Bélgica los mejillones son muy pequeñitos, y a mi me gustan que sean así en este plato, ya que con mejillones grandes...no es lo mismo. En el Atelier Belge, los mejillones, son de un tamaño mediano, sin llegar a ser grandes pero tampoco son del tamaño del que a mi me gustaría....pero su sabor es bueno, quizá un punto más sabroso, no le vendría mal. Las patatas te las sirven con unas 2/3 salsas, lo que es de agradecer, aunque la última vez estaban un poco quemadas, hay que estar atentos a esto..... otro de los primeros platos que probamos fue la Rillete, deliciosa, ninguna pega a este plato, suave,nada pesada, para repetir. Pero lo mejor estaba por venir...era la primera vez que tomaba raya, y desde que vi que la servían con mantequilla negra, tenía que probarla, ya que siempre había oído hablar de este plato pero nunca había tenido la ocasión de probarlo: la textura es maravillosa, muy diferente a los pescados a los que estamos acostumbrados, cocinada en su punto, con un sabor a mantequilla que no se hace empalagoso sino que te hace querer más y más, es un sabor que recuerda mucho a Francia ( o a Bélgica). Cuando un sabor, o un plato te hace rememorar algo, sabes que estás ante algo especial.
He probado codillos en Alemania a cual mejor, cocidos, al horno, sobre brasas, pero nunca imaginé que encontraría en un pequeño restaurante belga de Madrid el mejor codillo que he comido nunca. Sencillamente  genial. Me gusta que se reelaboren  platos  que forman parte de la tradición culinaria de una país, que se apliquen   nuevas técnicas o que se incorporen ingredientes nuevos. Eso si, hay que poner limites que normalmente se encuentran en el sentido común. La deconstrucción de la tortilla de patatas o de las croquetas líquidas que hemos tenido la mala suerte de probar son ejemplos de cómo, cuando se prescinde del sentido común se cometen aberraciones gastronómicas. He de confesar, sin embargo, que antes de que llegara el plato estaba convencido de que allí no me iba a suceder tal cosa, es mas, esperaba un codillo al estilo alemán con alguna salsa dulzona fruto de una reducción de cerveza Kriek. No podía estar más equivocado. El plato consiste en trozos de codillo, desprendidos del hueso tras una larga cocción y después cocinados en una salsa de cerveza Kriek. La carne tiene una  una textura suave, cremosa y la salsa, al contrario de lo que esperaba, tiene un ligero toque amargo que contrasta con el aroma dulzón de la carne de cerdo. Delicioso de verdad.

Y para una buena cena que mejor remate que unos buenos, buenísimos postres. El primer postre llama mucho la atención por una palabra: speculoos: esas galletitas, de origen belga, muy especiadas, suelen hacerse con canela y gengibre, cardamomo, pimienta blanca...y que tradicionalmente se toman en navidad.  El postre simplemente espectacular no hay otra palabra, y la tarta de manzana (aunque no recuerdo como la llaman en la carta) otro de los mejores postres que hemos probado nunca, la hacen con calvados, un licor de manzana típico de Normandía. Si vais a Le Atelier Belge, teneis que dejar sitio para el postre, sin duda.

Toda la comida fue regada por magníficas cervezas, tienen una carta bastante extensa, pide que te recomienden: Hoegaarde, Kwak, Kasteel...

PROPUESTA: ¿qué mejor propuesta para este restaurante que la de preparar un viaje a Bélgica? Concretamente a la región de Flandes, no sólo por  tener unas bellas ciudades como Bruselas, Amberes, Brujas, Gante o Lovaina, si no porque este año es especial y es que el 2012 es el "año de la gastronomía" en Flandes, Durante todo el año en la ciudad de Bruselas, se promocionará la gastonomía belga ¿cómo? echad un vistazo a esta página http://visitbrussels.be/bitc/BE_fr/brusselicious.do: semana del vino, esculturas gigantes de alimentos, ediciones especiales de mapas gourmets, cenas temáticas, gastronomía a través de los siglos...para no perdérselo.

FOOD & CULTURE: como he mencionado antes, echo de menos una foto de unos de los personajes de ficción belgas más famosos de la literatura: Hercules Poirot ( y aunque él lo repita en varias de las novelas...la gente seguirá pensando que es francés!!!!). A Hercules Poirot se le ha descrito como un amante de la buena comida y son varias las referencias gastronómicas que podemos encontrar en las novelas en las que es protagonista:


  • Por Asesinato en el Orient Express, sabemos que la comida servida en Siria no le sienta muy bien.
  • Le encanta beber "sirop de cassis"
  • Uno de sus sueños es retirarse para cultivar calabacines
  • En su primera cena en el Orient Express, hace un recuento de los comensales que hay en el vagón, mientras saborea un delicioso pastel de queso: son 13.
  • Casi siempre toma café, no té.
  • Una de sus historias tiene como protagonista a un pudding de navidad en "The Adventure of the Christmas Pudding"


Habría muchas más....quizá en otra entrada....

sábado, 12 de mayo de 2012

LA ALTERNATIVA: LISBOA A NOITE



Restaurante: Lisboa a Noite
Webhttp://www.lisboanoite.com/
Dirección: Rua as Gaveas 69, Barrio Alto, Lisboa

En la zona del barrio alto de Lisboa donde más restaurantes tradicionales se concentran ( C/Diario de noticias,C/  Gravea...) se encuentra el restaurante Lisboa a Noite, que se distingue de los otros restaurantes por tener un toque más moderno. Era nuestra segunda visita a Lisboa y la segunda vez que íbamos a este restaurante. La primera vez salimos encantados (eso sí, el precio nos pareció algo elevado) ya que probamos por primera vez uno de esos platos que nunca olvidas: la cataplana. No era nuestra intención volver, porque aunque nos gustó muchísimo últimamente intentamos encontrar restaurantes con precios contenidos pero de buena calidad, pero esa noche los restaurantes de la zona estaban abarrotados y los que no, no nos convencían así que acabamos en Lisboa a Noite, y aunque estaba lleno ¡tenían una mesa!

Decoración: moderno pero que con toques portugueses. Muy cálido, iluminación muy tenue.

Servicio: el servicio fue muy correcto, y con un tiempo correcto entre plato y plato, he de decir que no soy de las que se impacienta cuando tardan un poquito entre plato y plato, es más es algo que me gusta porque me hace disfrutar más de la comida.

Qué comimos: Carpaccio de pulpo con vinagreta a las 3 pimientas, cataplana para 2 personas.Vino: Paulo Laureano

 Carpaccio de pulpo
Cataplana
Crítica: para mi fue una noche redonda, el restaurante  de decoración moderna, es cálido y se respira un ambiente donde notas que la gente está disfrutando y la comida fue estupenda. El carpaccio de pulpo, tenía un toque muy refrescante, el pulpo era de una calidad excelente, pero lo mejor de todo es que se podía saborear esas 3 pimientas del plato, se distinguían notas diferentes y la rúcula potenciaba mucho más el sabor. Y la Cataplana...es uno de esos platos que cuando te lo traen todo el mundo se queda mirando, ya que el recipiente en sí, del que luego hablaremos, es bastante peculiar, de hecho el plato toma el nombre del recipiente, ya que la cataplana es una especie de cazuela que normalmente se usa en en Portugal para cocinar platos de pescado. Aquí os dejo una imagen (nuestro camarero le llamaba "el ovni"). Nuestra cataplana llevaba varios tipos de mariscos y pescados: langostinos, rape, almejas, cazón, con una salsa para recordar (normalmente se hacen con tomate, azafrán, cebolla, caldo de pescado...) delicioso, los pescados estaban cocinados en su punto y creedme con una cataplana tenéis más que de sobra para 2 personas.
   En cuanto al vino, como he dicho, elegimos uno del Alentejo, Paulo Laureano se llamaba. Aquí, en confianza, lo hicimos más por el precio que por otras razones. La carta de vinos del Lisboa Noite aunque muy extensa no ofrece opciones para lo que un consumidor español definiría como asequible  en relación calidad-precio. Costaba 20 euros cuando por vinos similares hemos pagado en este viaje no más de 6 o 7 euros.
   Paulo Laureano 2008 está elaborado con uvas Aragon, Trincadeira y Alicante Bouchet, con más graduación alcohólica (14,5º) que los españoles tiene un bonito color rubí, aromas a frutos rojos y algún toque de madera que se va haciendo notar a medida que pasa el tiempo. No se si decir que en el paladar era delicado y  elegante o es que simplemente flojeaba un poco, en cualquier caso nos proporciono, junto con la cataplana claro, una experiencia culinaria muy agradable  amen de un ratito de conversación muy divertido.
   En resumen si vais a Lisboa y quereís algo más moderno, no dejeis de visitar este restaurante, el precio sigo insistiendo no es de lo más barato pero si es una ocasión especial...y si no Lisboa a Noite hará que lo sea.

Precio: 92 euros

PROPUESTA: a menos de 10 minutos andando del restaurante se encuentra uno de los bares más curiosos que podréis visitar: Pavilhao Chines (Rua Dom Pedro V 89). Es un bar museo, con muchas salas y cada una con una colección de objetos como sombreros militares, maquetas de trenes, soldaditos de plomo, cuadros...si vas a Lisboa tienes que visitarlo. Ademas tienes una extensa carta de cocktails.

FOOD & CULTURE: no sólo en España tenemos recuerdos de la invasión musulmana que empezó en el 711, en Portugal también quedan vestigios de esa invasión y muchos apuntan a que la cataplana es  uno de ellos, de hecho se ha querido ver un parecido entre el tajine y este recipiente. Ambos utensilios comparten la doble función de freir y cocer los alimentos, y ambos recipientes consiguen que no se pierdan los jugos y que los sabores y aromas se concentren en el guiso. Otra de las herencias de la época árabe es el uso del cilantro (aunque para algunos es abuso) y el gusto por lo dulce de los portugueses.

martes, 8 de mayo de 2012

PORTUGAL NO ES SÓLO BACALAO

Restaurante: A Convencao
Webhttp://www.restauranteaconvencao.com/#
Dirección: Rua de Santa María nº 26/28 Evoramonte

Un viaje donde no sólo hemos descubierto la maravillosa tierra del Alentejo portugués si no que también hemos probado su excelente, aunque algo pesada, comida alentejana. Empezaremos la primera crítica con un pequeño restaurante de un pequeño pueblo: A Convecao en Evoramonte.
Estábamos visitando este pequeño pueblecito, cuando se nos echó encima la hora de comer, al lado del castillo vimos lo que parecía un bar (que diríamos "de pueblo"), no muy atractivo de primeras, con una carta escueta pero donde ponía que en esa casa se hacían exclusivamente comidas caseras por la madre de la familia y al modo alentejano, comida auténtica sin duda.

Decoración: lo que a primera vista parecía un bar "cutrecillo" resultó tener unos acogedores comedores con unas preciosas vistas. Un sitio de lo más propio para degustar esta comida.
Servicio: la persona que nos atendió, creemos que el marido de la cocinera, fue toda amabilidad con nosotros, haciéndose explicar como podía, cosa que agradecemos por nuestros escasos conocimientos de portugués. Nos explicó que en la carta había 2 tipos de platos: los que ya estaban cocinados, y los que se hacían al momento.
Qué comimos: queso del Alentejo, aceitunas, "ensopao de borrego", chuletas de cordero empanadas y siricaia.
Ensopao de borrego en A Convencao
Crítica: de todos los restaurantes que probamos en la zona del Alentejo, creo que este fue el más auténtico, los sabores eran "rústicos", propios del paisaje que nos rodeaba.
En los restaurantes portugueses, como muchos sabréis, es tradicional que en la mesa te pongan 2-3 entrantes, que el comensal no pide, pero que siempre te cobran, por lo que os aconsejo que siempre elijais y mireis en la carta el precio de estos platos, para que podáis elegir con cual os quedais, en este caso, fueron las aceitunas y el queso. Las aceitunas sabían a campo y el queso me recordaba a un manchego con un sabor algo más fuerte. El ensopao de borrego, uno de los platos tradicionales de esta cocina, fue mi plato principal, me sorprendió la textura del caldo, algo más ligero que el de los guisos españoles, era más parecido al de una sopa. Mi primera impresión es que le faltaba sabor, pero este fue uno de esos platos que a cada cucharada lo vas disfrutando más, cada vez venían más sabores, tenía un ligero toque a hierbabuena que lo hacía delicioso (por cierto, la media ración, de sobra para una persona, sólo 5, 5 euros). Tengo que hacer mención a las patatas, tiernas y deliciosas, he de decir que las patatas que probamos en Portugal eran todas de una buenísima calidad. Este guiso se suele acompañar de rebanadas de pan para poner dentro del propio guiso, quizá sea por eso que estos caldos son más ligeros de lo que estamos acostumbrados.
Las chuletas estaban envueltas en un ligero rebozado. El cordero había cumplido ya unos añitos sin embargo, predominaba un sabor fresco, a menta,  aunque  también podría ser clavo. No sabría  decir si la carne había sido maridada con estos ingredientes o estaban presentes en el rebozado. La ración era generosa igual que las patatas fritas que la acompañaban. Sin ser nada del otro mundo, los sabores encajaban perfectamente con el sitio y el paisaje que nos rodeaba.
Por último, la siricaia, un postre alentejano, hecho de harina, leche azucar, huevos y canela y acompañada de una ciruela en almíbar, fruta que se cultiva con fama en la zona, esta a medio camino entre unas natillas y una tarta de Santiago. Es un postre tradicional, un ejemplo más de como variando las proporciones de cuatro ingredientes que eran considerados  un lujo, la repostería popular es capaz de ofrecernos maravillas como esta.

Siricaia









Precio: 24 euros

PROPUESTA: La propuesta es evidente, visitar el pueblo de Evoramonte. Aunque no es uno de los pueblos más bellos de la zona, Evoramonte cuenta con mucha riqueza histórica. El episodio más importante que vivió esta pequeña localidad se produjo en 1834, cuando se firmó el fin de la guerra civil entre los absolutistas (partidarios de Dom Miguel) y los liberales (partidarios de Dom Pedro), ganando estos últimos. Olvidaba mencionar, que eran hermanos...El castillo de Evoramonte aunque no es de gran belleza, tiene una estética algo inquietante.

FOOD & CULTURE: mientras saboreaba el ensopao de borrego, me venían a la cabeza adjetivos que no suelen utilizarse para describir los sabores "rústico, campestre, antiguo", pensaba que este es el tipo de sabores que se degustaban hace tiempo, un guiso que el mismo Don Quijote podría haber saboreado. Esto me lleva a pensar la novela "Requiem" de Antonio Tabucci, un italiano enamorado de Portugal y su gastronomía, donde se describe un restaurante donde todos  platos de su carta hacen referencia a obras de la literatura portuguesa, sin duda un sitio que a muchos nos gustaría que existiese. Por cierto, en esta novela se hace mención al Ensopao de Borrego. Para los que estén interesados en este tema además de leer esta novela pueden leer el libro "Letras con Sabor" de Maria Angels Viladot (editorial aresta) , donde habla extensamente sobre la gastronomía en la obra de Tabucci.

sábado, 5 de mayo de 2012

BUSCANDO LA CHISPA

Restaurante: Furama
Dirección: Paseo de la Florida 2, Madrid
Webhttp://cafesaigon.es/index.php?restaurante=furama

Después de haber probado sushi unas tres o cuatro veces antes y preguntarme en todas esas ocasiones el por qué de la pasión de la gente por esta comida (ya que yo no conseguía que me entusiasmase), decidimos  ir a un restaurante japonés para tener una visión más amplia de esta comida y ver si finalmente saltaba la chispa que nos faltaba con esta comida (los anteriores sushi no los habíamos tomado en japoneses si no en alguna fiesta, buffete, mercado..). Nos decidimos por el Furama, sus críticas no eran malas y ya conocíamos algún restaurante de esa cadena.
Decoración: el sitio es precioso, con un diseño moderno con elementos japoneses que lo hace muy acogedor, a  pesar del gran tamaño del restaurante. Ideal para cenas románticas y con amigos.
Servicio: bastante correcto, los tiempos entre los platos estuvieron bien.
Qué pedimos: naguiri variado, sopa miso, tallarines crujientes con pollo, tiras de buey caramelizadas picantes, lubina al vapor con jengibre. Cerveza japonesa.
Crítica: definitivamente no surgió la tan deseada chispa, pero cuidado, en esta ocasión no podemos echar la culpa al restaurante, si no más bien a una cuestión de gustos. El naguiri estaba bien, pero no puedo decir que es algo que me gustaría repetir, lo que más nos gustó fueron las texturas pero los sabores seguían sin convencernos. La sopa de miso, tenía sabores que no habíamos probado antes y fue lo más original de la noche (pero tampoco nos entusiasmó). Los tallarines crujientes estaban muy bien, quizá fue lo que más nos gustó. La lubina estaba en su punto y los sabores eran correctos pero no espectaculares.
Lo peor de la noche:  las tiras de buey,  eran tiras muy finas de carne pero con una textura algo gomosa, así que no muy agradable y el sabor era demasiado dulce para un plato principal, además escaseaba de ese toque picante que anunciaba el plato, quizá como aperitivo hubiera estado correcto, pero para un plato principal no le vemos ningún sentido.
En cuanto a la cerveza japonesa es bastante suave así que para los que no son muy cerveceros o no les gusta la cerveza muy fuerte este tipo de cerveza está bastante bien.
Seguimos sin encontrar ese punto que ha puesto tan de moda a la comida japonesa, para mi gusto le falta algo de CHISPA que tanto me gustan en otras cocinas....aunque seguiremos intentándolo.

Precio: 75 euros

PROPUESTA
¿Por qué no una de compras esta vez? El restaurante Furama se encuentra en el centro comercial Príncipe Pío así que es un buen lugar para coger fuerzas después de una mañana o una tarde de compras.

FOOD & CULTURE


Leyendo hace poco un libro sobre cultura y cocina tropecé con la referencia a una película japonesa cuyo eslogan fue "el primer Noodle Western" (comparándolo al famoso Spaguetti Western) pero al contrario de lo que pueda parecer no es un western de producción japonesa, que no dudo que los habrá, si no que aquí los noodles son los verdaderos protagonistas: una viuda lucha por sacar adelante su pequeño restaurante intentando cocinar la sopa ramen perfecta. En Youtube podréis disfrutar de una de las escenas más famosas de la película: un maestro en sopa ramen enseña a comer a su discípulo. Disfrutadla porque no tiene despercidio: http://www.youtube.com/watch?v=1XyoAZFREnY