Restaurante: Gumbo
Web: http://www.gumbo.es/
Dirección: C/Pez 15, Madrid
Gumbo, pastelitos de cangrejo, jambalaya, sopa de almejas de Nueva Inglaterra, pan de maíz hushpuppies, pastel de lima, tacos de pescado, sandwich reuben, whoopie pies, banana foster, beignets....todos estos platos que a la mayoría os resultarán desconocidos son parte de la rica y amplia gastronomía de los Estados Unidos y si digo, rica y amplia. Es una pena que la mala prensa de las hamburguesas y los perritos hayan eclipsado una gastronomía, que a mi parecer, está todavía por descubrir, al menos en nuestro país, y aquí asomando la cabecita, aunque ya desde hace algunos años, está el restaurante Gumbo, abierto por el chef Matthew Scott y donde podemos degustar algunos de los platos de la cocina de su ciudad, Nueva Orleans.
Decoración: muy sencilla, pero agradable.
Servicio: correcto y atento, tuvieron el detalle de invitarnos al aperitivo que nos tomamos.
Qué comimos: alitas al bourbon, lomo de buey bronceado, cerdo desmenuzado a la barbacoa con pan de maíz, tarta de mantequilla de cacahuete.
Crítica: para abrir boca empezamos con un spritz, un aperitivo italiano (Aperol, prosseco y agua con gas) que descubrimos en un viaje a Italia y que incluso hacemos algunas veces en casa cuando encontramos Aperol. Hay que decir que deben mejorarlo: o bien no utilizaron agua con gas o prosecco, o no pusieron las proporciones adecuadas pero era como beberte una cocacola sin gas. Menos mal que luego todo mejoró. Para empezar las alitas al bourbon: acuerdo unánime: las mejores alitas que hemos probado nunca, además del bourbon, uno de los aciertos de estas alitas es el sésam, el sabor del pollo no se veía encubierto por la salsa de bourbon...sólo por las alitas volvería la pena volver.
El lomo de buey bronceado, es por lo que he podido averiguar, una técnica para cocinar la carne o el pescado marinados con especias cajún a muy alta temperatura que crea una especie de "corteza" y parece como si la carne o el pescado se hubiesen quemado. Al parecer es una técnica creada en los años 80 por el chef Paul Praudhome. El sabor es sin duda curioso, la carne estaba perfectamente cocinada y el marinado estaba muy bueno, aunque algo fuerte, haciendo que los últimos bocados resultasen algo pesados...aun así, merece la pena probarlo. Pero para curioso de verdad, la barbacoa. Creo que el nombre del plato era Barbacoa sureña o estilo Nueva Orleans, no recuerdo bien, lo que sí recuerdo es que no decía nada de cerdo desmenuzado. Esperábamos el típico plato con trozos de cerdo asados a fuego lento en la parrilla. Lo que trajeron fue ese mismo cerdo ya deshuesado y desmenuzado cocinado en una salsa inequívocamente cajún. Confieso que el aspecto, más parecido al relleno de una enchilada , no me sedujo en absoluto, pero al probarlo cambié de opinión Su textura era suave, su sabor, ahumado y especiado sin abrumar, dejando protagonismo al característico sabor del cerdo. Al plato lo acompañaban unas rebanadas de pan de maíz cuyo sabor no termina de convencerme, me recuerda al aroma del jabón de marsella.
Recuerdo que en las películas y series americanas de los 80´s y 90´s siempre había una escena en la que alguien preparaba una sandwich de mantequilla de cacahuete. Pedí el postre pensando eso. Tarta de mantequilla de cacahuete. Dulce, cremosa, densa como un agujero negro. En fin algo espectacular.
Propuesta: si os gusta vuestra visita al restaurante Gumbo y os sentís interesados por la comida de Nueva Orleans os aconsejamos una serie que nos ha permitido conocer un poquito más la comida de esta ciudad: Treme. Esta serie nos cuenta la vida de varios personajes de Nueva Orlenas unos meses después de la tragedia del Katrina (Treme es uno de los barrios más populares). Creo que los creadores de Treme han pretendido hacer de esta serie una "guía turística de Nueva Orleans" oculta, los personajes te enseñan la música, la cultura, las tradiciones y `por supuesto la gastronomía de Nueva Orleans, que ocupa un lugar privilegiado en la Treme: uno de los personajes es una chef e incluso hay cameos de chefs tan conocidos como Eric Rippert, Tom Colichio o Willie Dufresne.
Food&Culture: cada plato de la gastronomía de Nueva Orleans es un reflejo de la historia de esta ciudad: los beignets, parecidos a los buñuelos, son herencia de los primeros colonos franceses que se instalaron en Nueva Orleans, las King Cakes, que se venden desde el día de reyes hasta el miércoles de ceniza, son, sin duda, reflejo de los roscones españoles, aunque se han encargado de darle ese toque propio de Nueva Orleans. El sandwich muffuletta nos habla de los inmigrantes italianos y el tradicional Rice and beans de los esclavos africanos que llevaron los primeros colonos...con tanta variedad no es de extrañar que esta cocina sea una de las más valoradas en Estados Unidos.